Lentamente nos acercamos a piezas mágicas, y en silencio escuchamos el susurro del paso del tiempo…
Queremos mostrar nuestra manera de entender el mundo, de entender los espacios, de decorar los rincones, de recuperar maravillosos objetos familiares, de poner la mesa, de recibir a los que más queremos, de coleccionar objetos con alma… y así transmitir un olor, una textura, una historia, un sentimiento, una obra de arte, una comida en familia, un ramo de flores, una chimenea encendida, un bonito rincón, una buena lectura… la esencia de El EnCaNtO De La HaBaNa.
Apostamos por recuperar lo viejo y mezclarlo con lo nuevo. Diseñamos productos que tienen alma, artesanales, respetuosos con el medio, y con los mejores materiales, sin prisa y con la sostenibilidad como valor fundamental. Tejidos naturales, ropa de cama, jarrones y cestas hechas a mano, vidrios de colores, cerámicas imperfectas como nosotros… candelabros torneados, objetos de madera, muebles cuyas capas dejan entrever el paso del tiempo… Nos encantan las segundas vidas y oportunidades. El mundo va de esto.
Apostamos por recuperar lo lento porque no tenemos prisa, porque queremos saborear cada bocado de la vida, cada minuto de nuestro tiempo, cada flor que colocamos sobre la mesa, cada botón que forramos, cada cuadro que pintamos, cada mueble que recuperamos… Lento, sin prisa, sin más ruido que nuestro aliento y el aroma que destila la muralla que nos rodea y nos envuelve. Sin más sonido que la música de cualquier poema.
Lento como el caminar que nos hace llegar lejos, como el pan que crece y se dora en cualquier horno de leña, como el joven bambú y el tierno olivo…
En eL eNcAnTo dE La hAbAnA encontrarás muebles, complementos, telas bonitas y objetos sin pretensiones pero con sabor. Son solo objetos con los que compartir los mejores momentos de tu vida, los que realmente valen la pena, los que más valen y menos cuestan… Momentos a los que regresar una y otra vez y siempre. Eternamente.
Entendemos la casa como un refugio al que acudimos a diario y que tenemos que cuidar, rodeándonos de esos objetos mágicos que nos hacen felices. Esperamos que así sea también para ti.
¿Por qué la tienda se llama El EnCaNtO De La HaBaNa?
Estamos hechos de historias y emociones que van llenando nuestra mochila. Yo tengo la mía repleta de vivencias en primera persona y otras que me han llegado de la mano de mi familia, y que inmediatamente han pasado a formar parte de mi ADN.
A mi espacio, a mi mundo, lo he llamado El EnCaNtO dE La HaBanA, debido a dos historias maravillosas:
La primera viene del año 1888 en el que dos asturianos que tenían una sedería en Asturias, decidieron atravesar el mundo y montar su pequeño negocio textil en el centro de la Habana. Poco a poco fueron creciendo y ampliando espacio con los locales aledaños, hasta que consiguieron ocupar toda una manzana en el centro de la capital de la isla.
Fueron adelantados a su tiempo e innovadores, creando por primera vez, y a principios de 1900, unos grandes almacenes divididos en departamentos (tejidos de mujer, tejidos de hombre, confección, complementos, perfumes…) y repartidos en seis plantas. En la actualidad, sus prácticas comerciales y su modelo de negocio se siguen estudiando y analizando en escuelas empresariales.
Se convirtieron así en un «centro comercial» donde compraban las grandes fortunas del momento. Incluso llegaron a obtener en exclusiva para norteamérica, la famosa firma Christian Dior. Las colecciones del diseñador solo se exhibían en el taller del modisto en Paris y al otro lado del mundo en El Encanto de la Habana.
En los años 50 el propio modisto visitó estos famosos almacenes de la Habana para supervisar la colocación y el estado de sus modelos.
Estos almacenes se fueron expandiendo por toda la isla, hasta que desaparecieron en el año 1961 después de que una bomba y su consiguiente incendio, lo hicieran desaparecer. Previamente había sido confiscado y cerrado por el régimen cubano tras el triunfo de la Revolución Cubana de 1959 y la llegada del régimen socialista.
Años después, herederos de esos primeros fundadores de El encanto regresaron a España. Uno de ellos abrió Galerías Preciados y otro de ellos, Areces, El Corte Inglés.

