Delhy Tejero, cuyo nombre real era Adela Tejero Bedate, nació en 1904 en Toro, Zamora. Fue la segunda de tres hermanas y desde muy joven mostró interés por el arte. Comenzó sus estudios de dibujo en la Fundación González Allende de su ciudad natal, y en 1925 cumplió su sueño de trasladarse a Madrid para formarse en la Escuela de Artes y Oficios, así como en la prestigiosa Escuela de Bellas Artes de San Fernando.
En Madrid, Delhy entró en contacto con círculos intelectuales y artísticos de vanguardia, colaborando como ilustradora en diversas publicaciones. Su pasión la llevó a viajar a París, donde estudió muralismo y se sumergió en el surrealismo, relacionándose con figuras como André Breton y Óscar Domínguez. También estudió en Italia, especialmente en Florencia y Capri, donde amplió sus conocimientos en técnicas de pintura mural.
Durante la Guerra Civil Española, se vio obligada a regresar a su ciudad natal, donde ejerció como profesora de dibujo en Toro. Después del conflicto, su vida profesional fue complicada debido a la represión de la época. A pesar de estas dificultades, continuó trabajando como muralista, y en 1948 ganó un concurso con su obra Amanecer jurídico del municipio zamorano.
En los años 50, su arte evolucionó hacia la abstracción, participando en exposiciones importantes, como la primera muestra de arte abstracto en Santander en 1953. Fue la única mujer en esa exposición, un reflejo de su espíritu pionero y su independencia artística.
Delhy Tejero vivió de manera independiente y solitaria. Nunca se casó, y solía bromear sobre las propuestas de matrimonio que recibía. A lo largo de su vida, experimentó una profunda búsqueda espiritual, lo que la llevó a destruir algunas de sus obras más importantes en momentos de introspección personal.
Falleció en 1968 en Madrid, dejando tras de sí una obra única que ha sido redescubierta en los últimos años, y es reconocida como una de las artistas más importantes de Zamora y una figura vanguardista del arte español del siglo XX.
La obra de Delhy Tejero.
La obra de Delhy Tejero es diversa y compleja, abarcando varias etapas que reflejan su evolución artística y su búsqueda constante de nuevos lenguajes visuales.
Etapas artísticas:
- Realismo y Regionalismo (primeros años)
- Al principio de su carrera, Delhy Tejero se centró en temas regionalistas, en línea con las tendencias artísticas del momento en España. Obras como Viuda Rica de Toro (1932) y Mercado Zamorano (1934) muestran su habilidad para capturar la vida cotidiana y las tradiciones de su tierra.
- Vanguardia y Surrealismo (años 30 y 40)
- Tejero se trasladó a París en los años 30, donde estuvo en contacto con el movimiento surrealista y figuras clave como André Breton y Óscar Domínguez. Durante esta etapa, participó en la exposición Le rêve dans l’art et la littérature en 1939 junto a artistas como Miró, Chagall y Man Ray. Aunque muchas de sus obras surrealistas fueron destruidas por ella misma al regresar a España, esta influencia marcó profundamente su estilo.
- Muralismo
- Una de las especialidades de Tejero fue la pintura mural. Realizó importantes murales en diversos lugares de España, como comedores infantiles en Salamanca y el hotel Condestable en Burgos. También destacó con su mural Amanecer jurídico del municipio zamorano en 1948, un encargo del Ayuntamiento de Zamora. Su dominio del muralismo le permitió explorar una faceta monumental y expresiva de la pintura, utilizando grandes formatos para plasmar su visión artística.
- Abstracción (años 50 en adelante)
- A partir de los años 50, su obra dio un giro hacia la abstracción. Participó en la primera exposición de arte abstracto en Santander en 1953, donde fue la única mujer en exponer junto a artistas como Quirós, Millares y Saura. Esta etapa de su vida estuvo marcada por una investigación profunda de formas, colores y texturas, rompiendo con el realismo que había caracterizado sus primeros trabajos. Series como Vasos comunicantes e Ismos ejemplifican su búsqueda de nuevas formas de expresión.
Obras más destacadas:
- Viuda Rica de Toro (1932)
- Un óleo sobre lienzo que representa su vínculo con la tradición y el costumbrismo, pero ya con una mirada particular y distintiva que la aleja del academicismo puro.
- Mercado Zamorano (1934)
- Una obra que fue aclamada por la crítica en su tiempo y que muestra escenas costumbristas de la vida en Zamora. Participó con esta pieza en la Exposición Nacional dedicada al traje regional.
- Amanecer jurídico del municipio zamorano (1948)
- Un mural encargado por el Ayuntamiento de Zamora, que es uno de sus trabajos murales más reconocidos.
- Obras abstractas (años 50)
- La serie Vasos comunicantes es un ejemplo de su obra abstracta, en la que utilizaba formas geométricas y colores intensos para expresar su visión personal y subjetiva del mundo.
- Autorretratos
- A lo largo de su carrera, realizó varios autorretratos que muestran su evolución artística y su introspección personal. Algunos de los más destacados datan de 1926, 1945 y 1967.
Técnicas y estilos:
Delhy Tejero fue una artista versátil que experimentó con diferentes técnicas a lo largo de su vida. Utilizó óleo, acuarela, técnicas mixtas y lápices, y se destacó especialmente en el uso del muralismo. Sus composiciones van desde el realismo costumbrista hasta la abstracción y el surrealismo, siempre marcada por un espíritu independiente y una constante búsqueda de nuevas formas de expresión.
En resumen, la obra de Delhy Tejero es un reflejo de su inquietud artística y su capacidad para adaptarse y evolucionar a través de diferentes estilos, desde el regionalismo hasta la abstracción, pasando por su fascinación por el surrealismo.