
Baltasar Lobo fue un destacado escultor español, nacido el 22 de febrero de 1910 en Cerecinos de Campos, una pequeña localidad de la provincia de Zamora. Es conocido por sus esculturas de estilo moderno que exploran la forma humana, especialmente la figura femenina, con un enfoque en la pureza y la simplicidad de las líneas.
Lobo comenzó su formación artística a una edad temprana. A los 12 años se trasladó a Valladolid, donde estudió en la Escuela de Artes y Oficios. Posteriormente, se mudó a Madrid para continuar su formación en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Sin embargo, debido a la difícil situación política en España, en 1939 decidió exiliarse a París, donde pasó la mayor parte de su vida y donde desarrolló gran parte de su carrera artística.
En París, Lobo se integró rápidamente en el círculo de artistas de la vanguardia parisina, estableciendo amistades y colaboraciones con otros artistas influyentes como Pablo Picasso. Esta conexión con la vanguardia europea influyó significativamente en su estilo y en la evolución de su obra.
La obra de Baltasar Lobo se caracteriza por su exploración de la forma humana, especialmente el cuerpo femenino, tratado con una estética de líneas puras y formas simplificadas. Sus esculturas suelen evocar una sensación de serenidad y equilibrio, destacando por su elegancia y por la armonía de sus proporciones.
Algunas de sus obras más conocidas:
- «Maternidad»: Serie de esculturas que representan a madres con sus hijos, destacando la relación íntima y protectora entre ellos.
- «Mujer sentada»: Una serie de esculturas que muestran figuras femeninas en actitud de reposo, resaltando la belleza y la serenidad de la figura femenina.
- «Torso de mujer»: Representaciones abstractas del cuerpo femenino, donde la simplificación de las formas resalta la sensualidad y la fuerza de la figura.
A lo largo de su carrera, Lobo recibió numerosos reconocimientos y premios, y su obra fue expuesta en galerías y museos de todo el mundo. Su legado artístico se conserva en instituciones importantes, incluyendo el Museo Baltasar Lobo en Zamora, que alberga una colección significativa de sus obras.
Baltasar Lobo falleció el 4 de septiembre de 1993 en París, dejando un importante legado como uno de los escultores más importantes del siglo XX. Su trabajo sigue siendo admirado por su capacidad para capturar la esencia de la forma humana con una pureza y elegancia incomparables.